sábado, 26 de abril de 2014
viernes, 11 de abril de 2014
Reto V
Nuestra compañera Elisa se animó con el último reto, ¡y el suyo no era nada fácil! ¿Recordáis el ejercicio? Había que narrar una anécdota personal desde la perspectiva de la otra persona involucrada. A Elisa le tocó "aquella vez que me encontré en la ventana del tren con el reflejo de mi cara". Pues de aquello ha salido algo tan maravilloso como este poema:
Mientras viajaba
A veces me da miedo respirar
considero injusta mi vida
me aletargo
cierro los ojos
y me elevo
y me veo allí abajo
sin saber quien soy
sin reconocerme
me veo como me ven otros
con interferencias
pequeños destellos de luz
la proyección de una cámara oscura
muy rápido
rápido, pasa mi mirada
como los árboles
en un tren en marcha
tampoco sé
como sabe ella
y entonces vuelvo a sentir miedo
de la desconocida
de mirada perdida
que se sienta a mi lado
y ella mira al paisaje
yo miro al paisaje
mientras las horas pasan
el sol se mueve
y las sombras cambian
y el desfile de personas
se levanta
y miran el paisaje
recogen las cosas
esperan
andan
y se marchan
y me pregunto si también tienen miedo
si conocen a quienes les acompañan
a veces estas visiones me asustan
censuro mi discurso
juzgo mis palabras
los pensamientos se disparan
me rodean el cuello
me amenazan
se burlan de mi
y no parece que se vayan
ella no dice nada
sólo calla
me mira irónica
se acerca altiva
no me pregunta mi nombre
ni me dice como se llama
me saluda y me interroga
"¿me conoces? ¿me esperabas?"
se cree muy lista
piensa que gana
parece no entender
que si no la conozco
ella tampoco a mí de nada
jugamos
jaque mate
vuelve a hacerlo
"zorra"
y gana
Elisa Vidal Riezu
Mientras viajaba
A veces me da miedo respirar
considero injusta mi vida
me aletargo
cierro los ojos
y me elevo
y me veo allí abajo
sin saber quien soy
sin reconocerme
me veo como me ven otros
con interferencias
pequeños destellos de luz
la proyección de una cámara oscura
muy rápido
rápido, pasa mi mirada
como los árboles
en un tren en marcha
tampoco sé
como sabe ella
y entonces vuelvo a sentir miedo
de la desconocida
de mirada perdida
que se sienta a mi lado
y ella mira al paisaje
yo miro al paisaje
mientras las horas pasan
el sol se mueve
y las sombras cambian
y el desfile de personas
se levanta
y miran el paisaje
recogen las cosas
esperan
andan
y se marchan
y me pregunto si también tienen miedo
si conocen a quienes les acompañan
a veces estas visiones me asustan
censuro mi discurso
juzgo mis palabras
los pensamientos se disparan
me rodean el cuello
me amenazan
se burlan de mi
y no parece que se vayan
ella no dice nada
sólo calla
me mira irónica
se acerca altiva
no me pregunta mi nombre
ni me dice como se llama
me saluda y me interroga
"¿me conoces? ¿me esperabas?"
se cree muy lista
piensa que gana
parece no entender
que si no la conozco
ella tampoco a mí de nada
jugamos
jaque mate
vuelve a hacerlo
"zorra"
y gana
Elisa Vidal Riezu
lunes, 7 de abril de 2014
Sesión V
La habitación propia
PROPONE
para
su quinta sesión
-TIEMPO Y MEMORIA-
El tiempo deja una estela en la memoria colectiva
que no son más que datos en la memoria individual, hechos registrados a los que
recurrir para contextualizar un recuerdo propio. Resulta interesante descubrir
cómo la creación personal, fruto de unas vivencias únicas, acaba por
clasificarse en una biblioteca histórica para el uso y el imaginario
colectivos. A partir de una ficción, queda capturada una sociedad en el
espacio-tiempo. Tolstoi, obsesionado por la reforma agraria en Rusia que diera
a los mujiks la propiedad de la tierra y los liberara de la servidumbre,
reflejó estas inquietudes socioeconómicas en sus relatos y novelas. Todos lo
recordamos como el padre de la desdichada Ana Karenina. Pero “¿qué sabía
Tolstoi de Ana Karenina?”, se pregunta Manuel Vicent. “Nada. Quien sabía de Ana
Karenina era Ana Karenina”[1].
Quiere esto decir que un autor no sabe de sus personajes más de lo que se
conoce a sí mismo. Este conocimiento necesita de la memoria. El recuerdo de lo
acontecido y sentido nos da la medida de la realidad y cimenta la fantasía.
“Vivimos con suposiciones muy fáciles, ¿no? Por
ejemplo, que la memoria es igual a sucesos más tiempo”, dice Julian Barnes.
Barnes pone en entredicho la simplificación. Lo único que parece claro es que,
en la fórmula –si existe alguna-, tiempo y memoria se ordenan así: tiempo antes
que memoria. Cuanto más avanza el primero más se altera la segunda, que no es
la misma cosa que el recuerdo. Un recuerdo puede quedar congelado en el tiempo,
fijo y puro. No sucede igual con la memoria, pues acoge nuevos factores,
elementos, vivencias, conclusiones etc. que afectan, como mínimo, a la manera
de relacionarnos con ese recuerdo.
Rodrigo Fresán, escritor argentino, utiliza una
divertida metáfora al identificar la memoria con el perro más estúpido al que
lanzas un palo y te trae cualquier cosa. Pero no se debe entender la alteración
como un defecto si de ella se obtiene la materia literaria. Así lo cree Manuel
Vicent, que habla de una “erosión” en la que entra en juego la imaginación. El
recuerdo inmediato y casi virgen sirve para el diario o la crónica. El recuerdo
-atesorado, sufrido, mimado, moldeado, exprimido o deformado- se ramifica en
razonamiento y fantasía. También en obsesión, trauma, reflexión, iluminación,
ideas, sentimientos y emociones.
“Lo
importante es que de todo quede siempre algo, pues por minúscula que sea la
llama que reste, tal vez alguien pueda recogerla para encontrar otra cosa.” Lo
dice Enrique Vila-Matas, escritor español. El margen que deja la memoria desde
el suceso al recuerdo es campo de cultivo literario; un espacio para la
imaginación, invención, fantasía, pensamiento e intelecto. Su aprovechamiento
depende de la predisposición y voluntad de cada uno.
Preguntas para la reflexión:
- ¿Memoria + imaginación = literatura?
- Estamos a merced de la memoria. ¿Crees que el
tiempo invertido en la conservación de un recuerdo puede resultar vano,
estéril o tiempo perdido?
- ¿Crees que la memoria nos roba demasiada
energía?
- ¿Somos más vulnerables al pasado que al
presente?
- ¿Por qué la memoria desecha unos recuerdos y
siente predilección casi obsesiva por otros?
- En la perdurabilidad de un recuerdo interviene,
sobre todo, la parte emocional. ¿También en su deformación?
- El tiempo ¿es el origen de toda la angustia
humana?
- En el exilio, tiempo y memoria sobresalen casi
por necesidad, como los elementos a través de los que el exiliado se
relaciona con su patria o sus orígenes. ¿Son, quizá, el denominador común
a la literatura de toda una generación del exilio?
Lecturas recomendadas:
-
Sobre el tiempo y la memoria; Revista de Letras.
-
Antigua luz; John Banville.
-
Brevísima reflexión sobre la memoria y Borges; Literofilia.
El Reto:
En la última
sesión de La habitación propia
hablamos de la memoria colectiva (consulta propuesta IV) y empezamos
un reto que culminará en la próxima tertulia del 9 de abril con la
lectura de nuestros resultados.
Rellena los
siguientes campos:
Aquella vez
que... (Ejemplo: me rompí un diente montando en bici)
Con: (Ejemplo:
mi hermana)
¿Lo tienes?
El reto consiste ahora en que narres la anécdota pero -¡atención!-
desde la perspectiva de la persona, animal, objeto o ente abstracto que has
mencionado en el segundo campo.
¿Te
atreves?
domingo, 6 de abril de 2014
Reto IV
En la Habitación Propia del miércoles 19 de marzo
de 2014, recordamos qué eran los sustantivos concretos (aquellos que
percibimos a través de los sentidos) y los sustantivos abstractos
(conceptos inmateriales). Del esfuerzo colectivo de todos los tertulianos
salieron dos listas con ejemplos de ambas categorías. Cada tertuliano escogió
un sustantivo de cada lista y formuló una frase. El reto, para la
siguiente sesión, consistió en escribir un pequeño texto, relato, poema etc.
que comenzara con la frase formulada.
(Zapatos + Valentía)
Mediremos nuestra valentía
con la intensidad con la que ataremos los cordones
de nuestros zapatos.
Porque nunca ha sido fácil poner distancia.
Y menos si la distancia es de mí,
hasta ti
O de ti,
hasta mí,
Da igual.
Pensemos por una vez con los pies.
Sin dejar huellas que hagan sospechar
sobre nuestro abandono.
Yo no he conocido mayor valentía
que la de tus párpados cerrados.
O la de mi equilibrio suspendido
confiando en tu abrazo.
Después de la última,
O penúltima,
(re)caída.
Pero, ¿sabes?
valentía también puede ser un gracias
pronunciado directamente a los ojos.
Hay quién tiene miedo a las palabras que
rozan más que el propio tacto.
A que les pises en mitad de un tango.
Miedo al vacío,
al grito de su soledad cualquier domingo.
Temor a los monstruos en el armario,
temor al castillo en Transilvania
A que no contestes porque…
A que me faltes justo cuando…
A que fuiste sólo entonces…
Temor a las respuestas de la bola de cristal.
Aunque en la vida real todos tenemos miedo,
que no se os llenen
las bocas de reproches.
Nuria López Bernal
(Burbuja + empatía)
Tu habitación
Tu burbuja no me suscita empatía.
Antes quisiera pincharla con los labios
Pero no puedo.
Así que me introduzco como un parásito
Y me siento en tu silla
Y te miro a los ojos
Varias veces
Hasta que me besas en la boca,
dos.
La primera más breve que la segunda
Y esta última para siempre y nunca más,
condenándonos.
Tu habitación,
que nunca será la mía,
territorio prohibido
conquistado con la destrucción y la muerte
de una amistad,
despide un olor conocido
y me despide a mí.
Laura Cano
Reto III
En el reto para nuestra tercera sesión, La habitación propia pedía a los tertulianos que defendieran su opinión a partir de una frase extraída de "Simulacro", la columna de Manuel Vicent en El País del 9 de marzo de 2014.
Así lo formulamos:
“Media humanidad está sentada en la grada mirando como la otra media hace el ganso en la pista de este circo”
Ésta es tu opinión para la tertulia de esta semana. Defiéndela. Construye un texto propio que la reivindique. Tienes hasta 400 palabras y absoluta libertad literaria.
Así lo defendieron los tertulianos:
Somos contemporáneos a una sociedad en la cual, mediante el increíble y continuo avance de tecnologías destinadas a la comunicación, los grupos antagónicos son cada vez más... notorios, evidentes y potenciados. Diariamente, engrosando en número y fanatismo, personas de todo el mundo se afilian a organizaciones políticas, deportivas y religiosas. Participando en forma institucional o informal de algo de lo que se sienten parte y los identifica.
Cada grupo antagónico ríe por costumbres sociales, rasgos físicos, condición económica, de formación académica, de la presunta falta de habilidad técnica, incluso ríe por preferencias distintas de productos comerciales, por cuestiones que son totalmente ajenas a su funcionalidad...
Todo se ahoga en un gran griterío de risas sugeridas que nacen de los propios miedos, escondiendo frustraciones y un gran temor a ser, sin sospechar que los que ríen de verdad no pertenecen a bandos, ellos no utilizan el silencio, al contrario, se valen del ruido, de lo fugaz, lo vulgar y superficial, para poder reír sin temor de la justicia de los pueblos oprimidos.
Iván Den Dauw
Porque la vida consiste, precisamente, en hacer el ganso, y funciona algo así como un circo. Algunos optan por observar el espectáculo muy quietecitos, admirados o envidiosos. Aburridos. Otros prueban acrobacias. Incluso se arriesgan a caer sin red. A veces, yo también descanso en la grada pero no aguanto mucho tiempo y prefiero la cuerda floja. Me tienta dominar a los leones sólo con los matices de mi voz y mis palabras . Al final, lo que más me asusta es la mirada de esa media humanidad tan insistente y estática.
Laura Cano
Sesión III
Propuesta III
La habitación propia
PROPONE
para su tercera sesión
-La tertulia y la opinión-
El acceso a la información es un aspecto clave, cuyo acceso o no, incluyendo su selección, procesamiento o interpretación, es generador de desigualdad social. Y es clave a su vez, también, para el desarrollo de una ciudadanía crítica que haga frente a la marea de unos medios de comunicación mayoritarios que destacan únicamente lo trivial y aquello que vende, encubre o llama la atención frente a otro tipo de noticias relacionadas con problemáticas sociales de interés y gran preocupación o importancia.
La superación de la era industrial y el desbordamiento de la globalización sobre nuestras sociedades han influido en nuestra educación y en el acceso a la información. También nuestros significados y significantes han cambiado. Aprendemos de ello que la cuestión para modificar el mundo es modificar la verdad común. Es por esto que siempre se quiera ejercer un control sobre ella.
La sociedad está continuamente llena de influencias. Para evitar la influencia de los poderes hay que preservar la verdad común. Así pues, intentar hacer que exista un mundo común será uno de los principales objetivos sociales. Preservar una verdad común basada en valores que preserven, promuevan y mejoren la calidad de la vida en comunidad, en una sociedad planetaria.
Estar alerta, ser conscientes de que no se cuenta todo lo que hay que contar, que hay silencios, muchos, demasiados, que hemos de seleccionar nuestra información. Ser lectores responsables. Plantearnos que detrás de cada mensaje hay un quién, un para qué, un por qué y un por qué en ese momento. El no dejar saber, también es una forma de dominación.
Poder aproximarnos a los hechos, estar informados, saber contrastar, formar nuestras propias opiniones y reconstruir nuestras propias verdades, al igual que aprender a respetar al que piensa diferente, son acciones que ya de por si implican intrínsecamente transformación social.
“Durante años, creí que la pedagogía era una disciplina desarrollada en torno a los estrechos imperativos de la escolarización pública. Y, sin embargo, mi identidad se ha forjado en gran medida fuera de la escuela. Películas, libros, periódicos, vídeos y música, de formas diferentes e importantes, contribuyeron a la configuración de mi política y mi vida más que mi educación formal, que siempre parecía relacionarse con los sueños de otros.
Ya no creo que la pedagogía sea una disciplina. Por el contrario, durante estos últimos años he sostenido que la pedagogía se refiere a la creación de una esfera pública, que reúne a la gente en sitios diversos para hablar, intercambiar información, escuchar, sentir sus deseos y dilatar sus capacidades para la alegría, el amor, la solidaridad y la lucha. Aunque no deseo idealizar la cultura popular, es precisamente en sus diversos espacios y esferas donde está teniendo lugar, a escala mundial, la mayor parte de la educación que tiene importancia” (Giroux, 1996, p.12).
Se define la tertulia como una reunión, informal y periódica, de gente interesada en un tema o en una rama concreta del arte o de la ciencia, para debatir, informarse o compartir ideas y opiniones. Por lo general la reunión tiene lugar en un café o biblioteca. La tertulia es un instrumento magnífico para la educación en valores. Desarrolla habilidades sociales como la lectura, la expresión, la creatividad y el respeto a las opiniones de los demás.
Preguntas para la reflexión:
o ¿Es el pensamiento único capaz de atravesarlo todo? ¿Cómo se construye la opinión pública? ¿En qué consiste una opinión? ¿Nos creemos portadores de una verdad absoluta al opinar? ¿La opinión de hoy en día ha perdido movimiento?
o ¿Cuál es el papel de la cultura en todo ello? ¿De la literatura?
o ¿Cómo influye la literatura en el cambio social? ¿Y cómo influyen los cambios sociales en la literatura?
o La tertulia como práctica social de la esfera pública, ¿Cuál es su rol? ¿Qué aportan? ¿Conoces la evolución que han sufrido las tertulias literarias?
o ¿A qué nuevos cambios han de hacer frente las tertulias? ¿Qué nuevos retos deben proponerse?
Lecturas recomendadas:
“Simulacro” Manuel Vicent (09-03-2014)http://elpais.com/elpais/2014/03/08/opinion/1394298557_020160.html
“Placeres inquietantes” Henri Giroux (1996), Prefacio, pág 13.
El Reto:
Estimado tertuliano,
“Media humanidad está sentada en la grada mirando como la otra media hace el ganso en la pista de este circo”
Ésta es tu opinión para la tertulia de esta semana. Defiéndela. Construye un texto propio que la reivindique. Tienes hasta 400 palabras y absoluta libertad literaria.
¿Te atreves?
Reto I
Reto I
- “Exilio”, “destierro”, “fuga”, “huida”, “expatriación”, “viaje”, “aventura”…
Escoge la palabra que más te convenga o se ajuste a tus circunstancias o a lo que te apetezca escribir y ¡hazlo! ¡Escribe! (poema, relato, microrrelato, haiku etc.)
Escribe y tráelo a la tertulia.
Esto es lo que soy
Nuria López Bernal
- “Exilio”, “destierro”, “fuga”, “huida”, “expatriación”, “viaje”, “aventura”…
Escoge la palabra que más te convenga o se ajuste a tus circunstancias o a lo que te apetezca escribir y ¡hazlo! ¡Escribe! (poema, relato, microrrelato, haiku etc.)
Escribe y tráelo a la tertulia.
Esto es lo que soy
Quizá pensemos, pensamos, en el exilio como en un constructo lineal. Cuando pensé, o cómo pensé en ello, da o daría igual. Quizá piense en que lo pensé en el bus de vuelta a casa el pasado miércoles, quizá sepa que lo recordé en un tren de vuelta de Colonia, y que aún así no tecleé nada hasta un lunes noche. No, no da igual, decir, mantener, sostener que esto da igual sería como defender, argüir que dan igual todas las líneas de mi pensamiento, que no es -nunca, ni en un solo resquicio- lineal. Como tampoco es lineal la abstracción de cualquier exilio ni la desafectada narrativa de la que hago acopio para hablar de él. Mucho hay de azaroso en nuestras vidas, pero nada o casi nada suele haber de azaroso en nuestros exilios. Él, singular, no es lineal; porque nos pueden haber contado que el exilio es un alejamiento de la patria de uno, de su propia identidad, por motivos políticos, económicos tal vez; pero qué es la política, otrosí la economía, si queremos, sino una mera excusa sumatorio de todos los exilios personales de uno. Nuestros exilios son conscientes y decididos. Ya no nos exiliamos por carencia de oportunidades, nos exiliamos por carencia de deseos; la inapetencia y la perdición constante en la que muchos vivimos, entes que tras la ventana sólo ven posibilidades que no tienen ahora; seres que cuando atestiguan esas posibilidades, más tarde, las encuentran banales, conspicuas hasta fundamentarse en un eterno retorno: que siempre queremos más. Quizá intente (lo sé, soy consciente), una vez más, una y mil veces, y siempre, imbuir a congéneres -a los que no, en su totalidad no conocí ni conozco- de mis propias características para justificar mis propios exilios. Porque no, no son sólo dos, ni tan siquiera cinco. Exilio comparte extrañamente la raíz de la más maldita de mis acepciones: existencia. Es el exilio interior en el que me muevo forma de exteriorizar acaso el constante fragor al que me somete mi propia existencia. Desata así un suma y sigue: exiliada de mi familia, sobre la que mi lengua no ha dignificado aún con suficiencia la acción de soportar; exiliada de mis amigos, sumida en la constante exigencia de que han de quererme como yo quiero que me quieran, sabiéndome en la imposibilidad del fenómeno; exiliada de eso que llaman -¿llamaban?- amor, al no saber ya cómo usarlo; exiliada del cuestionamiento constante sobre si tengo o no una patria. A mí, que la arrogancia me lleva a declamar que mi patria es el castellano; a mí, ignorante como me muestro al arrogarme territorios que no son de nadie.
Las capas de mi exilio son de desprendimiento: escapo de todas ellas como si se trataran de la peste. Pero esto no es Orán, no escribe Camus, y pese a que el mundo sea un buen lugar, no cesa de alejarme de sí mismo.
Esto es lo que soy.
Una exiliada más de mi tristeza.
Violeta Martín
Sobre la opción y la elección
La vida está llena de un montón de decisiones fundamentales que tomar.
La vida está llena de un montón de decisiones fundamentales que tomar.
A qué jugar,
cuántas veces masticar antes de tragar,
cómo descubrir in fraganti a los Reyes Magos,
qué estudiar
en qué cerveza pararse,
a quién querer,
en qué trabajar…
Pero todas ellas dependerán de nuestra libertad,
de las oportunidades que tengamos,
que nos dejen.
Y ello nos llevará a ser de una forma,
u otra.
Yo tuve la libertad de elegir qué quería ser,
hacia dónde quería ir,
cómo
por qué
hasta cuándo…
Hasta ahora.
A mí me enseñaron que lo esencial por encima de todo
era no escatimar en el comer.
Que la salud y los míos eran lo primero.
Que los míos, eran parte de mi salud.
A mí me enseñaron que lo importante no era proteger su orgullo,
ni cualquier verdad demasiado absoluta,
ni patrias, ni leñes.
sino su dignidad.
Y que el principio de todo, era tener principios.
Yo elegí tener conciencia además de consciencia.
Elegí que quería poder elegir,
y elegí hacerlo.
Aprendí a no olvidar que quería ser feliz.
Elegí apasionarme por un montón de cosas,
que vinieron así, tal cual.
Pero en esto no tuve mucha opción
También en algún momento elegí quererte a ti, supongo.
Y mira…
Pero elegir no es fácil.
También elegí ir contracorriente,
y así me ha ido…
No digo que mal.
A veces no sabes por qué elegiste esto o aquello...
Las razones se olvidan.
Quizás por eso,
he reincidido tres veces
en elegir vivir bajo un cielo gris,
Pero un gris que me grita: píntame de otros colores.
Por eso,
desde la libertad de mi exilio
agradezco
a toda esa generación que vivieron protestando
también para nosotros
y a todos los que ahora viven
y protestan
para que otros tengan la oportunidad de vivir
Porque vivir,
también es poder elegir,
Y elegir, no es lo mismo que optar.
Optar,
y tal vez, hoy, quizás ni siquiera eso..
Nuria López Bernal
De una ola a un náufrago
Por no huir te das a la fuga, que es un acto de entrega y, en tu caso, pasiva. Le dejas hacer para escapar, con ella, de lo que quieres. No huyes por desidia. Tu exilio estancado, tu apatía, me hacen querer atraparte al vuelo y no quererte menos, pero nunca así: confinado al hábito. Eres un despatriado; el náufrago de una barca que decide sola. Ya no importan las corrientes, ni las mareas, ni el sol que te calienta la cara. La vida es otra cosa y no lo sabes. Si me lo pidieras, si me suplicaras… Mándame un mensaje. Y me levantaré sin haber dormido para hundir tu territorio de madera rancia y te haré nadar para salvarte.
Laura Cano
Los des-encantados
“Yo
tuve una granja en África”
cuenta
Meryl Streep
en una
famosa película
antes
de que las tierras lejanas
perdieran
su aura dorada
ahora
se narra
a lo
Alfredo Landa
que en
paz descanse, oiga usted
cuando
Pepe, se va a Alemania
y el
idilio de lo exótico
pasa a
ser la esclavitud
de lo
necesario
los
alemanes
ya le
pusieron nombre
que
hasta en esto parecen dar lecciones
los
muy…”espabilaos”
Zeitgeist,
le llamaron
el
espíritu de una época
que
envuelve a sus contemporáneos
más
allá de su voluntad
¿de la
voluntad de quién?
de los
que acatan
o de
los que mandan
ah! en
eso, ya tú ves,
en eso
ya no han entrado
curiosa
enumeración
de
prefijos varios
pues
de los ‘ni-nis’
hemos
pasado a los ‘des-des’
por el
capricho
de
estos nuestros tiempos
del
tiempo de los que acatan
puede
ser, no lo han aclarado
del
tiempo, de este tiempo de
los
des-encantados
que
tiran del cupón ahorro
des-ilusionados
forzados
arrendatarios
des-creídos
de
todo, de todos
y de
ellos mismos
los
des-ganados,
venga
con el mando a distancia
dadle
pan al pueblo,
y
dadle champion
des-orientados
y si
aprendo inglés,
no, el
chino, que está pegando
a esto
de community manager
o a
SEO, osea, no, a lo otro
seguimos
en una tierra, esta tierra
grande,
de sombras grises
de
gigantes de hormigón
que
siguen amedrentando
a sus
hidalgos caballeros
que
hace el papel de plañidera
llorando
sin lágrimas
a sus
hijos fugaces
los
des-terrados
y que
luego marcha
a la
puerta de la iglesia
con la
mano abierta
a ver
a quién conoce
que
seguro le dan algo
a
comulgar junto a
esa
otra raza
una
nueva raza de ´des-‘, los otros ´des-‘,
los
des-enmascarados
pero a
ellos
que
más les da…
si ya
no hay máscara
habrá
otros medios
y la
cirugía no es cara
¿verdad
usted?
Elisa Vidal Riezu
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